A veces,no queremos ver esas cosas tan pequeñas que nos hacen estar bien,tal vez por eso de que somos ya muy mayores y blablabla.Yo creo,que si me siento pequeñita,(¡cómo cuando tienes tres o cuatro años!) podría llegar a ver cosas diminutas,inalcanzables,que nadie pudiera ver,y entonces podría sonreír ampliamente,pensando que he descubierto que hay cosas mucho más allá de lo que la mente de un adolescente o un adulto,puede lograr ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario